Después de practicar la jardinería como terapia desde 2011 en un Centro de Rehabilitación en Lima, Perú, me he dado cuenta de dos aspectos muy importantes de esta práctica: la estimulación sensorial y el uso de metáforas , cruciales para obtener resultados positivos.
La jardinería mantiene nuestra mente activa; nos conecta con los ciclos de la vida: el nacimiento, el crecimiento, la muerte y la regeneración se convierten en eventos reales; nos permite usar todos nuestros sentidos para estimular nuestro cuerpo, mente y espíritu ; es una experiencia 3D ; cura nuestra alma, libera estrés, ejercita nuestro cuerpo; estimula nuestra mente ; mueve nuestras emociones; y cambia nuestro estado espiritual.
Sin duda puedo decir que el sentido del olfato es poderoso produciendo cambios . En el Puericultorio donde trabajo con niños institucionalizados de todas las edades, he visto a niños muy agitados calmarse después de oler las hierbas aromáticas: Melissa officinalis (toronjil)y Aloysia citrodora (Cedrón)son las preferidas. Oler hierbas aromáticas también me ayuda a llevar a los niños al momento presente, antes de participar en la actividad planificada.
La mayoría de nosotros crece pensando que tenemos sólo 5 sentidos: olfato, tacto, gusto, visión, y audición. En el jardín nos damos cuenta de muchos más, algunos de los cuales mencionaré aquí. Uno de ellos es el Sentido de control , especialmente importante en entornos hospitalarios y niños en riesgo. Cuando estamos hospitalizados, perdemos el control de todo: cuándo comer, cuándo caminar, cuándo ducharnos o usar el baño y, en algunos casos, incluso decidir sobre las intervenciones en nuestro cuerpo . Los programas de terapia hortícola en entornos hospitalarios se vuelven cruciales: las actividades con plantas le permiten a los pacientes tomar el control de otro organismo vivo al decidir qué hacer con la planta, cambiando los roles al pasar de “cuidado a cuidador”, adquiriendo confianza, reduciendo el miedo, el estrés y la ansiedad, y llevando su mente al momento presente, practicando el mindfulness . Durante un corto período de tiempo, el paciente toma el control de sus acciones, produciendo resultados positivos en su tratamiento.
Cuando trabajo con niños en riesgo o institucionalizados, actividades como sembrar semillas o trasplantar plántulas o cuidar una planta, son importantes para recuperar el sentido de control y la estructura, estas actividades no solo las disfrutan, sino que las solicitan. Estas actividades les ofrecen situaciones normalmente ausentes en sus hogares disfuncionales.
La jardinería nos ofrece un Sentido de lugar , sentido queamenudo se pierde hoy en día en este mundo que gira a nuestro alrededor sin control, donde estamos controlados por el tiempo y la tecnología. Cuando ofrezco talleres de jardinería, me sorprende el miedo que algunas personas tienen a las plantas : miedo a matarlas por falta de “manos verdes” o miedo a contraer hongos. Al final del taller sucede la "magia". Los participantes se sienten conectados a algo más grande, se sienten vivos y toman conciencia de su lugar en el universo. Después del taller , hablan sobre el "vínculo" que se ha desarrollado entre ellos y las plantas que han adoptado, las plantas se convierten en sus amigas y aliadas descubriendo el Sentido de conforty de alegría al apreciar los procesos de germinación o floración o el nacimiento de una nueva hoja, o incluso la presencia de pequeños visitantes. En ese momento, entienden que la jardinería los recompensa con comodidad, placer, satisfacción y significado.
El otro sentido que algunos descubren o reconocen por primera vez en el jardín es el Sentido de la belleza. Como dice el viejo dicho: "la belleza está en el ojo del espectador" . Para algunos , la belleza en el jardín está en el aroma del césped recién cortado, o en una flor, o en el sonido de las hojas en movimiento, o en la presencia de mariposas que anuncian la llegada de la primavera, o en las formas y adaptaciones de los cactus y suculentas. Siempre hay belleza en el jardín.
En el jardín entendemos, quizás por primera vez, la importancia del Sentido del Ser o del bienestar. En el jardín, nuestros sentidos se estimulan en cuestión de minutos sin la necesidad de estímulos externos o artificiales. Incluso si una persona ha perdido uno de sus sentidos básicos, los otros sentidos compensan esa pérdida. Un jardín o la naturaleza ofrecen experiencias sensoriales que nunca se lograrán con la tecnología más sofisticada.
Metáforas, metáforas y más metáforas.
Las metáforas son figuras del lenguaje utilizadas para hacer una comparación entre dos cosas que no son iguales pero que tienen algo en común. Las metáforas se usan en diferentes escenarios y se emplean en todo tipo de terapias. En la práctica de la terapia hortícola las considero de especial relevancia. En el jardín florecen las metáforas. El uso de una metáfora le da al terapeuta un marco de referencia alternativo a la situación del cliente. Esto puede ayudar al cliente a ver su dificultad desde una perspectiva diferente, de modo que pueda alterar su comportamiento.
Una metáfora sirve como lente a través del cual miramos una situación particular al incorporarla dentro de un segundo contexto separado que se convierte en el lente a través del cual ahora podemos ver la situación original bajo una nueva luz. Por lo tanto, la metáfora (o lente) conserva su singularidad y actúa como un filtro cognitivo que ofrece una nueva perspectiva sobre la situación original enfatizando y restando importancia a las características de la situación original (Belth - 1977).
Las metáforas ayudan a desbloquear el pensamiento rígido y los patrones de comportamiento en los que se enganchan a menudo los clientes.
Tomemos como ejemplo las plantas suculentas. Las utilizo para explicar a los participantes la forma en que estas plantas han desarrollado mecanismos de adaptación que les permiten prosperar en un medio ambiente adverso y duro, tales como: baja tasa de crecimiento; hojas cubiertas por una capa de cera o vellos o polvo blanco o transformadas en espinas para la conservación del agua; hojas pequeñas para reducir la evapo-transpiración; las plantas son generalmente pequeñas, crecen a nivel del suelo, con pocos tallos y hojas compactadas distribuidas alrededor del tallo principal.
A lo largo de nuestra vida atravesaremos por períodos difíciles, pero como nos enseñan las plantas suculentas, podemos desarrollar mecanismos de supervivencia y prosperar en tiempos difíciles. Cuando una hoja de una suculenta se desprende del tallo , toca el suelo y desarrolla un mecanismo de supervivencia: las raíces crecen en la base de la hoja y “dan a luz” a una nueva planta independiente que utiliza el almacenamiento de agua de la hoja madre deshidratándola por completo para su supervivencia . Este ejemplo ayuda a los participantes a comprender los ciclos de la vida de muerte y nacimiento, así como los mecanismos de supervivencia.
La preparación del sustrato se utiliza como una metáfora para ayudar a los participantes a comprender la importancia de preparar una "buena base o un buen cimiento" para un crecimiento y desarrollo óptimos. Un buen sustrato contiene una parte de tierra arcillosa que le da estructura a la planta, compost o humus para proporcionar nutrientes y microorganismos, arena que permite que el agua fluya a través del suelo y musgo para retener agua, proporcionar materia orgánica y evitar la compactación del sustrato. Del mismo modo, los humanos necesitamos una "buena base" (nutrición equilibrada, educación, valores morales, salud mental y emocional, y amor) para un óptimo desarrollo.
La actividad de sembrar semillas ofrece una buena metáfora cuando se trabaja por ejemplo, con personas con abuso de sustancias tóxicas: “sembrar la semilla de su nueva vida”.
Las malas hierbas son plantas de crecimiento rápido generalmente consideradas indeseables , porque consumen los nutrientes del suelo necesarios para las plantas deseables - una mala hierba es "una planta en el lugar equivocado". Estas plantas se usan como metáforas , especialmente cuando se trabaja con jóvenes en riesgo para enseñarles que necesitan separar de su vida a aquellas personas que absorben su energía, personas negativas, para poder crecer. Del mismo modo, cuando se trabaja con personas con depresión o ansiedad o fatiga mental, comparamos los pensamientos negativos a las malas hierbas que hay que “eliminar” para permitir que ingrese el aire u oxígeno, tener una mente clara y poder seguir adelante.
El mantenimiento de una planta es muy útil para enseñar el concepto del "equilibrio". Las tareas de mantenimiento de las plantas nos permiten comprender cuáles son sus necesidades : la aireación del suelo, la luz, el agua, la eliminación de las hojas muertas, la poda, la nutrición y el control de plagas – todas sirven como metáfora para indicarnos que permanentente debemos encontrar el equilibrio en nuestra vida personal, en la vida cotidiana: los buenos hábitos nutricionales, la hidratación, la luz del sol, la buena salud mental y física.
Cuando cuidamos un huerto, algunas plantas, como los tomates o las arverjas, necesitan de un soporte o un "tutor" que les ayude a alcanzar su máximo crecimiento. La metáfora es que a veces también necesitamos un "tutor" que nos guíe y nos muestre el camino.
¡La lista de metáforas del jardín es infinita! Llevo un " diario de metáforas" para hacer un seguimiento de todas ellas.
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